INTRODUCCIÓN
La reacción al estrés quirúrgico es la
respuesta metabólica a la agresión. La prevención
del estrés y reduciendo al mínimo esta respuesta
representa el mecanismo central alrededor del cual están basados
los conceptos de la rehabilitación multimodal, esta respuesta
abarca todos los elementos asociados con la cirugía tales como
ansiedad, ayuno, daño tisular, hemorragia, hipotermia, aporte de
fluidos, dolor, hipoxia, reposo en cama, íleo y desequilibrio
cognitivo. Estos cambios en la homeostasis metabólica y
fisiológica tan significativos representan una amenaza para el
organismo que necesitan ser tratados para un retorno satisfactorio a
las condiciones preoperatorias. Las evidencias sugieren que si estas
alteraciones no son tratadas de manera adecuada pudieran conducir a un
aumento en la morbilidad y mortalidad. Por tanto, tiene sentido
suministrar no solamente las bases racionales para una
recuperación acelerada, sino también minimizar el riesgo
potencial de disfunción orgánica que conducen a
complicaciones y disminuyen la sobrevida a largo plazo.(1)
Método
Para esta revisión se utilizaron las Guías ERAS® como
punto de partida, se realizó una revisión y
análisis de la literatura publicada en PubMed, Biblioteca
Cochrane, Medline y revistas científicas especializadas.
DESARROLLO
Y DISCUSIÓN
Consecuencias del estrés quirúrgico
El estrés quirúrgico desencadena la liberación de
hormonas contrarreguladoras de la insulina (catecolaminas,
glucagón, cortisol, hormona del crecimiento) y citoquinas pro
inflamatorias (factor de necrosis tumoral alfa [TNF-α];
interleuquinas: IL-1, IL-6), que conducen a un estado de resistencia a
la insulina, como resultado, se observa un aumento en la tasa de
producción de glucosa acompañada de una menor
utilización corporal de la misma que provoca un aumento en la
concentración de glucosa en sangre circulante. Durante mucho
tiempo se ha reconocido que la respuesta hiperglicémica a la
cirugía depende del tipo, la gravedad y la extensión del
trauma tisular, en pacientes en ayuno sometidos a procedimientos
intraperitoneales electivos, los niveles de glucosa en sangre suelen
aumentar entre 7-10 mmol/L.(2) Cuanto más amplia sea la herida
operatoria, la manipulación de órganos internos y la
disección de tejidos, mayor será la respuesta al
estrés. Una de las razones fundamentales de la efectividad de
los programas de rehabilitación multimodal es que muchos de los
aspectos que se manejan en estos protocolos reducen la respuesta al
estrés ocasionados por la agresión quirúrgica y
ayudan a mantener la homeostasis.
Cada día hay mayor evidencia de que la hiperglicemia es
predictor de mortalidad y complicaciones, y que incluso, un aumento
moderado de la glucosa sanguínea puede estar asociados con una
evolución tórpida.(3-5)
Los pacientes con valores plasmáticos de glucosa en ayuno >7
mmol/L o concentraciones aleatorias de glucosa plasmática >
11.1 mmol/L en las salas de cirugía general mostraron 18 veces
más mortalidad, mayor estancia hospitalaria y mayor riesgo de
infección.(6)
Por otra parte, el catabolismo proteico en el post operatorio se
caracteriza por una pérdida neta de la proteína
estructural y funcional del organismo. Pacientes metabólicamente
sanos pierden entre 40 y 80 g de nitrógeno después de una
cirugía electiva abdominal abierta, lo que equivale a 1,2 -2,4
kg de musculo esquelético.(7) De igual manera, las
pérdidas de proteínas después de cirugía
abdominal son 50% más en pacientes con resistencia a la
insulina.
La pérdida de masa muscular magra retrasa la
cicatrización, compromete la función inmune y disminuye
la fuerza muscular; por consiguiente, la debilidad muscular inhibe la
tos, impide la movilización y prolonga la ventilación
mecánica si el paciente está en una unidad de cuidados
intensivos, lo que complica la convalecencia y aumenta la morbilidad.
Los sujetos con alteraciones metabólicas y estados inflamatorios
tales como ancianos, diabéticos y pacientes con cáncer
sometidos a cirugía pueden estar expuestos a una mayor respuesta
al estrés, profundizando su estado catabólico como
resultado de una pobre reserva, dando lugar a complicaciones
postoperatorias y retardo en recuperar la funcionabilidad.
Los protocolos de rehabilitación multimodal tienen como objetivo
disminuir esta respuesta al estrés y facilitar la
recuperación acelerada en el post operatorio. Hay 23 elementos
centrales de la atención ERAS® que cuentan con respaldo
científico para su uso. Estos componentes se distribuyen a lo
largo del proceso peri operatorio.(8,9)
Los pacientes deben ser informados acerca de su intervención
quirúrgica e instruidos sobre como pueden ayudar para lograr un
retorno rápido a su hogar, se debe realizar una
evaluación de riesgo nutricional y la implementación de
una intervención nutricional inmediata si esta fuese necesaria
como parte del manejo preoperatorio.
El abuso de alcohol incrementa de dos a tres veces la morbilidad post
operatoria, se ha demostrado que un mes de abstinencia antes de la
cirugía disminuye la morbilidad en el post operatorio por una
mejoría en la función orgánica.
Fumar es otro factor de riesgo que tiene una influencia negativa en la
recuperación. Es común que los fumadores tengan un
incremento en el riesgo de complicaciones pulmonares y de
cicatrización en el post operatorio. En pacientes fumadores se
recomienda un mes de abstinencia para disminuir la incidencia de
complicaciones.(10)
Ayuno preoperatorio y tratamiento con carbohidratos
El ayuno a partir de la medianoche antes de la cirugía ha sido
una práctica estándar con la creencia de que esta medida
asegura un estómago vacío y por ende se reduce el riesgo
de bronco aspiración en cirugías electivas, realmente no
existe evidencia científica acerca de este dogma. Un meta
análisis que incluye una revisión de Cochrane con 22
trabajos controlados y aleatorizados demostró que el ayuno a
partir de la medianoche no reduce el contenido gástrico ni
aumenta su pH comparado con pacientes a quienes se les permitió
la ingestión de líquidos claros hasta 2 horas antes de la
inducción anestésica para cirugía.(11,12)
De igual manera, la ingestión de líquidos claros hasta 2
horas antes de la cirugía no incrementa la prevalencia de
complicaciones. Las Sociedades Americana y Europea de anestesia ahora
recomiendan la ingestión de líquidos claros hasta 2 horas
antes de la inducción anestésica, así como la
ingestión de alimentos sólidos hasta 6 horas
antes.(13,14)
Las recomendaciones son administrar al paciente en el pre operatorio
suplementos de carbohidratos complejos orales, 800 mL la noche anterior
a la cirugía y otros 400 ml de suplementos de carbohidratos 2 a
3 horas antes de la inducción de la anestesia (principalmente
maltodextrina al 12.5%).(15,16) Esto reduce el estado catabólico
causado por el ayuno y la cirugía. El ayuno antes de la
cirugía inhibe la secreción de insulina y promueve la
liberación de hormonas catabólicas, como el
glucagón y el cortisol.(17) El aumento de los niveles de
insulina preoperatoriamente con carbohidratos orales reduce la
resistencia a la insulina post operatoria, mantiene las reservas de
glucagón, disminuye la degradación de proteínas y
mejora la fuerza muscular.(18) Las barreras para implementar esta
recomendación basada en evidencia incluyen la resistencia entre
cirujanos y anestesiólogos. El tratamiento con carbohidratos
vía oral en el preoperatorio se debe utilizar de manera
rutinaria.
Profilaxis contra tromboembolismo Hay suficiente evidencia que avala el
uso de trombroprofilaxis farmacológica con heparina de bajo peso
molecular (HBPM). Un estudio reciente con 4195 pacientes de
cirugía colorrectal demostró que la profilaxis
farmacológica reduce la prevalencia de tromboembolismo venoso
profundo sintomático de 1.8 a 1,1% y también disminuye la
mortalidad global en cáncer.(19)
Profilaxis antimicrobiana y preparación de piel: Se recomienda
que la dosis de antibiótico IV debe ser administrada 30-60
minutos antes de hacer la incisión, igualmente es beneficioso
repetir una dosis en procedimientos prolongados.(20) El
antibiótico administrado debe tener cobertura contra bacterias
aeróbicas y anaeróbicas. Un estudio que comparó
diferentes tipos de material para limpieza de la piel demostró
que la prevalencia global de infección del sitio
quirúrgico fue 40% más baja en el grupo que
utilizó clorohexidine comparado con el grupo de iodo
povidona.(21)
Náuseas y vómitos en el postoperatorio (NVPO): NVPO
afecta 25 a 35% de todos los pacientes quirúrgicos y es la causa
principal de insatisfacción de los pacientes y retraso en el
egreso del hospital. La etiología es multifactorial y puede ser
clasificada en tres factores: paciente, anestesia y cirugía. El
uso de agentes anestésicos inhalatorios, óxido nitroso y
opiáceos parenterales incrementa el riesgo de manera
significativa. En años recientes, el concepto de manejo
multimodal para las NVPO ha ganado popularidad, esta técnica
combina medidas antieméticas farmacológicas y no
farmacológicas sumadas a los programas ERAS®.(22)
Las medidas no farmacológicas incluyen evitar estímulos
que induzcan náuseas y vómitos tales como
anestésicos inhalados y el incremento del uso de propofol para
la inducción y mantenimiento de la anestesia, ayuno
preoperatorio mínimo y el uso de una carga de carbohidratos
vía oral, además, mantener una hidratación
adecuada de los pacientes puede también tener un efecto
beneficioso. El uso de técnicas anestésicas regionales y
el bloqueo del plano transverso abdominal han demostrado que reducen el
uso de opiáceos en el postoperatorio, lo cual podría
tener influencia en la prevalencia de NVPO.(23)
El uso de drogas antinflamatorias no esteroideas es una alternativa al
uso de la analgesia con opiáceos. En cuanto al uso de
antieméticos, la potencia de estos se facilita si dos o
más antieméticos son usados en combinación:
análogos de la serotonina ondansetrón o droperidol.
También se ha demostrado que la dexametasona tiene un efecto
positivo en reducir la prevalencia de NVPO. Tabla 3.
Los programas de recuperación mejorada después de la
cirugía suelen contener varios elementos con un énfasis
en lo común: minimizan el catabolismo y mejoran la respuesta al
estrés. Al mantener la homeostasis, el paciente evita el
catabolismo con la consiguiente pérdida de proteínas,
fuerza muscular y disfunción celular(24). Parte de esas
estrategias incluyen analgesia epidural o espinal para reducir la
respuesta al estrés endocrino, fármacos antiinflamatorios
para reducir la respuesta inflamatoria, alimentación precoz
después de la cirugía para asegurar la ingesta
energética y un control óptimo del dolor para evitar el
estrés y la resistencia a la insulina.
Otro de los objetivos es mantener un equilibrio de los fluidos, muy
poco líquido puede causar una disminución en la
perfusión y disfunción orgánica, mientras que la
sobrecarga de sal y líquidos intravenosos se reconoce como una
de las principales causas de íleo post operatorio y sus
complicaciones.(25,26)
El mantenimiento de la euvolemia, el gasto cardíaco y el
suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos son importantes
para preservar la función celular, especialmente cuando hay una
lesión tisular y es necesario repararla. Una vez que los
pacientes están euvolémicos, se pueden utilizar
vasopresores según sea necesario para mantener la presión
arterial. Los líquidos intravenosos post operatorios
generalmente se interrumpen aproximadamente 24 horas después de
la cirugía. El programa ERAS® también evita varios
elementos de atención tradicional que han demostrado ser
perjudiciales, como el uso rutinario de sondas nasogástricas, el
cateterismo urinario prolongado y el uso prolongado o inadecuado de
drenajes abdominales.Tabla 4.
La implementación exitosa de los elementos pre operatorios e
intra operatorios del protocolo ERAS® permite a los pacientes
movilizarse y comer el día de la cirugía abdominal mayor.
Los elementos post operatorios abordan el control de la glucosa, el
equilibrio de líquidos, las náuseas y los vómitos,
la descompresión gástrica, la estimulación del
tránsito intestinal, la dieta y la movilización temprana.
Varias intervenciones de ERAS® afectan la acción y la
resistencia de la insulina, mejorando así el control
glicémico sin riesgo de causar hipoglicemia,(27,28) como evitar el ayuno, usar una epidural, controlar el dolor y movilizarse después de la cirugía.
Balance de líquidos/Régimen de líquidos
restringido: El estrés quirúrgico produce una sobrecarga
de agua y sal,(29) mientras que el desequilibrio de volumen empeora el
resultado quirúrgico. La carga oral preoperatoria de
carbohidratos y los líquidos intravenosos intra y post
operatorios restrictivos se asocian con un riesgo post operatorio
reducido y son importantes predictores del resultado.(30,31)
Náuseas y vómitos post operatorios (NVPO): El uso de
antieméticos puede ser clasificado dentro de cuatro subtipos
farmacológicos dependiendo del sistema receptor sobre el cual
actúan: colinérgicos, dopaminérgicos (D2),
serotoninérgicos (5-hidroxitriptamina tipo 3 (5-HT3) e
histaminérgico (h1): Cada una de estas clases es superior al
placebo en disminuir el riesgo de NVPO, también hay una amplia
evidencia en cuanto al uso de dexametasona, la cual se ha postulado que
actúa vía mecanismos central y periférico. La
potencia del efecto antiemético se facilita si dos o más
antieméticos son usados en combinación: análogos
de la serotonina ondansetrón o droperidol.(32) También se
ha demostrado que la dexametasona tiene un efecto positivo en reducir
la prevalencia de NVPO, pero sus efectos inmunosupresores a largo plazo
en pacientes oncológicos son desconocidos.
Si a pesar de la profilaxis se presentan náuseas y
vómitos en el postoperatorio se pueden agregar agentes
adicionales no utilizados para profilaxis para maximizar la potencia
del manejo multimodal.(33)
Descompresión nasogástrica: Un meta análisis
Cochrane de 33 ensayos con más de 5000 pacientes evaluó
la descompresión nasogástrica después de la
cirugía abdominal.(34) Concluye que se debe evitar la
descompresión nasogástrica de rutina después de la
cirugía abdominal, porque los pacientes sin sonda
nasogástrica (NGT) en comparación con aquellos con NGT
tienen significativamente menos complicaciones pulmonares, un tiempo
más temprano para el paso de los flatos, y tiempo más
temprano para la dieta oral. Se recomienda retirar una NGT colocada
durante la cirugía antes de la reversión de la anestesia.(35)
El íleo post operatorio plantea un problema importante
después de la cirugía abdominal electiva. Existe un
consenso general entre los cirujanos de que cierto grado de íleo
es una respuesta normal, inevitable y fisiológica a la
cirugía abdominal.(36-38)
El uso de epidurales y evitar la sobrecarga de líquidos en el
post operatorio se asocian con un mejor retorno de la peristalsis
después de la cirugía abdominal. (39,40) La
alimentación temprana después de la cirugía
también se ha asociado con la recuperación temprana de la
función intestinal.(41-43)
Dieta postoperatoria temprana y nutrición artificial: La
ingestión de alimentos y suplementos nutricionales normales
desde el día de la cirugía hasta que se logre la ingesta
oral se considera esencial en un protocolo ERAS® para mantener la
homeostasis.(44)
Después de la cirugía, los objetivos nutricionales
incluyen proporcionar apoyo suficiente para la cicatrización de
heridas y evitar la pérdida excesiva de masa corporal magra.(45)
Los períodos prolongados de ayuno se asocian con el deterioro de
la función de barrera del tracto gastrointestinal, la atrofia de
las microvellosidades endoteliales y la disminución de la masa
de tejido linfoide asociado al intestino.(46) Estos cambios se
relacionan con un aumento de la disfunción intestinal,
infección, sepsis (47,48) y disminución de la tolerancia
a la nutrición enteral (NE).(49)
La alimentación oral temprana dentro de las 24 horas posteriores
a la resección colorrectal es tolerada con seguridad por el
80%-90% de los pacientes.(50-53) Cuando se siguen los protocolos
ERAS® en cirugía colorrectal, la ingesta oral tan pronto
como 4 horas después de la cirugía es segura y mejora el
resultado.(54-55) Estudios controlados aleatorizados de
alimentación enteral u oral temprana versus nada por vía
oral muestran que la alimentación temprana reduce el riesgo de
infección y no se asocia con un ayor riesgo de dehiscencia de
anastomosis intestinales.(53,56-59)
Existe evidencia abrumadora que respalda la reanudación temprana
de una dieta enteral normal, que debería ser el estándar
de atención después de la mayoría de los tipos de
cirugía.(60)
CONCLUSIÓN
Los protocolos de recuperación mejorada después de la
cirugía representan un cambio de paradigma en cómo se
brinda la atención quirúrgica y cómo se difunden e
implementan los cambios en la práctica. Estos resultados se
basan en un enfoque innovador del trabajo en equipo, auditoría
continua y el apoyo al cambio y la mejoría basados en datos
estadísticos. Estos protocolos le ofrecen al paciente la
oportunidad de una recuperación rápida y sin
complicaciones después de la cirugía con beneficios a
corto y largo plazo, así mismo, mejoran la calidad de
atención y ahorran dinero.
Los protocolos de recuperación mejorada después de la
cirugía pueden ser una estrategia clave para abordar los
problemas de alto costo en la atención quirúrgica al
ofrecer una atención de calidad mejorada a menor costo.
Conflicto de Intereses
Los autores declaran que no tienen ningún conflicto de intereses
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